Jugar un campeonato
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- Publicado: Jueves, 22 Abril 2010 00:06
Un famoso entrenador dijo una vez que los peor de un Campeonato es verlo por la tele. Y que razón tenía. Aunque nosotros no lo veamos por la tele, como nos duele tener que estar en la grada viendo a otros ocupar el papel protagonista que tanto ansiábamos. A nadie le gusta perderse toda esa amalgama de sentimientos y emociones que produce el jugar un campeonato.
Algunos somos afortunados y hemos tenido la oportunidad de participar en algún campeonato a lo largo de nuestra vida deportiva. Poder hacerlo varias veces, es la leche. En este mundillo hay muchos jugadores y entrenadores, que seguramente sean mejores que nosotros, pero que jamás han tenido esa suerte ya que, al ser un deporte de equipo, no vale sólo con que uno de ellos sea una estrella.
El carácter del ganador
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- Publicado: Jueves, 25 Marzo 2010 05:19
Cuántas veces hemos estado durante un entrenamiento observando a uno de nuestros jugadores y hemos pensado: “con lo bien que lo hace todo, ¿por qué a la hora de la verdad, en los partidos no aporta tanto como debería?”, “¿por qué, con las condiciones que tiene, no es el mejor jugador del equipo?”, “¿cómo es que no termina de explotar?”
Seguramente hemos intentado responder esas preguntas mirando a distintos jugadores. Gente que por condiciones físicas, técnica o inteligencia, deberían jugar mucho mejor pero en cambio no conseguimos que despunten y se esconden en los partidos. ¡Y nosotros que esperábamos que fuesen los líderes de nuestros equipos! Todos ellos tienen un denominador común: la fragilidad de carácter. No son verdaderos ganadores.
A nuestros 'tifosi'
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- Publicado: Miércoles, 10 Marzo 2010 22:56
Cualquier grada de un evento deportivo expresa sin rubor alegría, cabreo o desazón por aquello que está viendo. Se manifiesta de manera desinhibida jaleando la anotación de su equipo, protestando las decisiones arbitrales contrarias a los suyos, murmurando contra el entrenador y los jugadores cuando se encajan tantos o puntos, celebrando la victoria, etc.
Los medios acercan a la sociedad a los jugadores destacados y los seguidores vitorean y aplauden sus intervenciones y pitan las de las figuras rivales. Existen así, aficiones de equipos notorias cuando no célebres, que están en la mente de todos. Cuando esto no ocurre, los propios medios hablan de una afición fría o de divorcio entre equipo y afición. Hooligans, tifosi, o torcida, son términos internacionales que no necesitan traducción, por el ruido que mueven y el eco que tienen en los medios. Estos aficionados convierten a los jugadores estrellas en ídolos, por quienes pelearían, como si fuesen sus propios hijos.
El campeón derrotado
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- Publicado: Miércoles, 03 Marzo 2010 22:22
Había una vez un niño al que lo que más le gustaba en el mundo era ganar. Le gustaba ganar a lo que fuera: al básquet, a los cromos, a la consola, a todo. Y como no soportaba perder, se había convertido en un experto con todo tipo de trampas. Así, era capaz de hacer trampas prácticamente en cualquier cosa que jugase sin que se notara, e incluso en los juegos de la consola y jugando solo, se sabía todo tipo de trucos para ganar.
Así que ganaba a tantas cosas que todos le consideraban un campeón. Eso sí, casi nadie quería jugar con él por la gran diferencia que les sacaba, excepto un pobre niño un poco más pequeño que él, con el que disfrutaba a lo grande dejándole siempre en ridículo.
El buen “compi”
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- Publicado: Miércoles, 24 Febrero 2010 22:45
Las pasadas temporadas, Andrés era la estrella del equipo, el que destacaba siempre y por eso vinieron de un club a ficharlo. Nos alegramos por él, pero quedamos abatidos. El juego giraba en torno suyo, algunos partidos metía más puntos que entre todos los demás, nunca sería igual.
Para sustituirle llegó Martín. Pronto, en los entrenamientos, advertimos que era un jugador normalito, del montón, por lo que no nos ilusionaba a nadie que hubiese venido a jugar con nosotros.
Recuerdo su primer partido, tras fallar dos tiros, metí una canasta y reculando que me crucé con su cara, me guiñó un ojo y sonrió. Otro compañero, que ese día no metía una pelota de golf en un jacuzzi, recibió un par de asistencias suyas y acabó animado. En mitad de una discusión entre dos rivales, apareció él para quitar hierro al asunto, preguntando: “es cierto que playboy tiene una página web? Bastó un partido para saber que era un jugador solidario, de esos que hacen equipo y crean siempre buen rollo en el grupo.
Porque me divierto
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- Publicado: Jueves, 18 Febrero 2010 23:27
Creo que los entrenadores somos una “rara avis” dentro del baloncesto. Seguro muchas veces han sonado en nuestras vidas estas frases: “¿ahora te vas a entrenar?, ¿a qué hora vendrás esta noche?, ¿te merecen la pena tantos disgustos?”. Por ello me gustaría intentar dedicarles una líneas a esos entrenadores románticos, que la mayoría peinan canas (si es que aún les queda pelo), que siguen entrenando por algo tan sencillo como “porque me divierto”.
Pasas los años entrenando, pasan generaciones de jugadores, pasas por equipos, categorías y la pregunta que te haces al acabar la temporada siempre es la misma. Pero ¿por qué sigues entrenando? y la respuesta debe seguir siendo la misma, “porque me divierto”. Nuestro divertimento tiene tintes masoquistas e incluso dramáticos, ya que en la mayoría de los casos los medios que disponemos son insuficientes, nuestras plantillas justas, tanto en efectivos como alguna vez en ganas de competir. De las retribuciones económicas mejor ni hablar. Además debemos sumar el tiempo que gastamos en viajes, en preparar entrenos, en partidos y sobretodo esas charlas a horas intempestivas con los jugadores que están “incómodos” por alguna razón. Todo ello hace que si no nos divirtiéramos ya hace tiempo que estaríamos en las gradas.